Sí ya sé. Ya sé que no es correcto llevarlo siempre conmigo; que lo mejor sería que lo deje en casa amarrado a la ventana para que no permita que entren perros o gatos u otros animales malignos a la casa; pero a él le gusta jugar al Cuadrado con mis amigos en la vereda y comer hamburguesas en la cena. Sí lo sé. Sé que tal vez no debería pedirle a los demás que hagan un espacio para mi acompañante; pero es que ellos no se fijan y suelen sentársele encima. Sí, sí, también sé que no es conveniente que le hable delante de la gente y que es muy probable que por eso me echen de los teatros y plazas, pero es que los que están a mi lado están muy concentrados y no pueden escucharme. Sí, lo sé. A mi esposo no le está gustando nada todo este asunto; le preocupa que sea Chapu al que le preparo le preparo todos los días el desayuno. Pero es que Juan Manuel se va con ese hombre a mitad de la noche y cuando despierto es el dinosaurio el que está allí.
2 comentarios:
Tu microrrelato tiene algo de especial: nunca nos muestras al dinosaurio directamente en acción, sino que lo conocemos por lo que el narrador dice de él. Esto genera lo que creo que es el acierto del texto: instalas la duda en el lector de no saber si es un dinosaurio de verdad o sólo un muñeco (no sé si ésa era tu intención).
En la útlima oración me desconcierta un poco la inclusión de esos dos personajes.
Quita un "le preparo" que está repetido.
Hola Juliana, recién me entero de que tienes un blog.
Te felicito por lo del Festival y ahi te dejo el link de mi blog para que lo visites cuando puedas y me digas que tal.
Muchos abrazos.
Fer
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