miércoles, 27 de julio de 2011

Del porqué uno debe terminar de hacer las tareas


Ensayo rescatado en honor de Byron Muñoz que es luz...


Nunca terminé este ensayo, pero a la profesora le gustó mucho. Yo, cuando era más chica y tenía 20 años escribí y defendí esta tesis. Todavía creo, todavía la defiendo, pero me hubiera gustado terminado de leer. He crecido un poco. Ahora tengo 22 y ya no quiero crecer Pero sí quiero vivir y andar en bicicleta en nuestras ciudades y quiero mirar los recuerdos correteando por la casa.


Libertad y ética desde Historia de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar.



El manual de ética que seguimos en clase (Villamar, M. apuntes personales) dice que la persona “…se compone de tres niveles de ser: el biológico, el psicológico y el social (para algunos autores se añade el componente espiritual).” Yo creo, en lo más profundo de mi ser, que aquel componente que está en paréntesis en la cita también nos compone, nos transforma y nos permite seguir siendo nosotros. A partir de las necesidades intrínsecas de nuestro espíritu y de todo nuestro ser: ética de mínimos y a partir de citas y sensaciones que me quedan cuando leo los relatos del libro Historias de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar reflexionaré acerca de la ética, la libertad y los derechos humanos, y la forma en que los practicamos.

Pero primero: ¿Quiénes son los Cronopios y los Famas? Son personajes inventados - más bien, reconocidos y acogidos diría yo- por el inmenso escritor argentino Julio Cortázar. Los Cronopios se alegran por cosas que pasan desapercibidas, porque tienen un hilo azul entre sus manos, y se desaniman muy fácilmente y se afligen pensando que han causado un daño enorme, con actos que los demás llamarían nada. Los Famas siempre cuidan de que las esperanzas nunca lastimen el corazón de los Cronopios, las Esperanzas también son divertidas y disfrutan cuando son libres y no le hacen caso a las Esperanzas. Las Esperanzas son otros personajes del libro y del mundo: siempre brabuconas queriéndose imponer.

Cabe recalcar que en este libro Julio Cortázar hizo uso de toda su imaginación creadora “y el humor corrosivo de los surrealistas”. El libro también contiene el surtido siguiente: Manual de instrucciones (para llorar, para dar cuerda al reloj, para tener miedo) Ocupaciones raras (Simulacro, Conducta en los velorios, etc.) Material plástico (Vietato introdurre biciclette, Posibilidades de la abstracción, etc.) e Historias de Cronopios y de famas.


Ahora para hablar de derechos, libertad y ética: En el relato Vietato introdurre biciclette dice lo siguiente: “Para una bicicleta, ente dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristales de la ciudad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de la tierra está prohibido entrar con bicicletas.”


Ya lo ha dicho Cortázar es una humillación para las bicicletas y puede serlo también para quienes se movilizan en ellas. Tenemos derechos a ser libres, a circular con libertad, y a que no se haga distinciones por ninguna causa. Además de que el conductor de la buena bici, se preocupa mucho por la situación de su fiel. Por aquellos carteles algunos las han abandonado y se compraron otro vehículo por el que no se haga distinción o se movilizan a pie y en buses. Puede ser que andar en bici sea una necesidad intrínseca del espíritu de alguna persona: porque ella es su compañera, porque no quiere contaminar la naturaleza, porque le gusta ejercitarse... pero aquella prohibición se lo impide. Ahora bien: pensemos por un momento que pasaría si aquella prohibición dejara de existir: No es tan fácil hacer las oficinas más grandes para que entrasen todas las bicicletas, algunos dueños las dejarían encargadas, o en el estacionamiento de motocicletas, pero ya no habría distinción...



Yo también quiero ciclovías, pero yo también estaba hablando de otra cosa...
Creo que ya no podría escribirlo igual...




Afiche "de mentiras" que hice para el Eurocine, para una clase de la U.
Un amigo, me dijo que en lugar de un fondo amarillo usaría un muro, una pared.
Yo, en esa pared proyectaría Cinema Paradiso.



Nota del autor que no tiene nada o tiene todo que ver con este post:
Desde la primera vez que escuché esta canción te amé Luca Prodan.

Preguntas del autor que no tienen nada o tienen todo que ver con el afiche de la bici:

¿Cómo salvar al mundo con un cartel?
¿Cómo se hace para que un cartel tenga soundtrack?
¿Alguien sabe?


Ayúdenme,
Jules.


Abril, abril...


No puedes seguir preocupado
ausente en tu casa inmensa
Lejos de mi
tan lejos los niños...
Tantos reclamos y oraciones te han confundido
Ya no hables con buenos conocidos
Ya no vayas a fiestas de disfraces
Mira como se aleja la tarde...

Soundtrack de estas líneas (Pero original y principalmente de Marie Antoinette de Sofía Coppola) Avril 14th de Aphex Twin.

La reina de las manos blancas siempre le gana la batalla a los días difíciles...

martes, 26 de julio de 2011

Alexandra, la bibliotecaria enamorada de Spiderman

Alexandra Tamayo en el stand de la Cómicteca en la Feria Cómics, Fantasia y Ciencia Ficcion 2010 organizada por el Cómic Club de Guayaquil.


Alexandra Tamayo, había trabajado por más de 16 años en el sótano de la Biblioteca Municipal de Guayaquil. Era feliz al sentirse hundida en los libros incunables. Debe ser porque para ella la felicidad huele como los libros viejos y la tierra. Admiraba de lejos a los investigadores, que pasaban buscando tardes enteras. Ella siempre estaba esperando que alguno le dijera una palabra sincera y así poder iniciar una conversación. Pero ellos siempre estaban tan absortos y ocupados en su trabajo. Entonces Alexandra se hundía de nuevo en las palabras viejas.


Una mañana, hace tres años a Alexandra le dijeron que iba a ser cambiada de sala. Ella se angustió un poco porque poder mirar libros inmensos, impresos hace más de trescientos años era su vida. Pero se consoló: a donde fuera en la Biblioteca habría polvo y libros viejos, o eso pensaba ella. Luego, Alexandra supo que iba a ser la bibliotecaria encargada de una sala recién inaugurada; donde habían revistas nuevas y los libros eran de dibujos animados, la Cómicteca.


Al principio la mareaba tanto color y tantos rostros, trajes y seres tan diferentes. Alexandra creía que ya no quedaba qué imaginarse. Pero a la Cómicteca llegaban niños, jovencitos y adultos que se quedaban horas mirando los dibujos. Ella no los interrumpía, también parecían muy absortos; sin embargo, ellos sí que le hablaron. Debían tener dudas, al principio uno suele confundirse con el origen de los personajes, o cuantas versiones de estos existen; o a lo mejor la vieron tan dulce y extraña en aquella sala.


Pero Alexandra no quería parecer desubicada. Ella quería conversar con los muchachitos preguntones y los adultos (muy serios y cordialísimos) que llegaban a la sala y que sabían dónde estaba todo: los miembros del Cómic Club. Pero para charlar y serles de ayuda era necesario aprender y entender. Además que era imposible no enamorarse de los héroes y querer ser como las mujeres fantásticas que los acompañaban. Empezó a leer las historietas que por alguna razón le llamaban la atención, y luego, hasta hoy, no ha parado. Ella, seguramente sabe más de historietas que cualquier adolescente que se considere un fanático. Chicos y grandes acuden a ella para que los ilumine y así puedan evitar quedar mal con algún fan experto, que no perdone el desconocimiento de ningún detalle, de ningún personaje; Cuantas veces ha sido modificado el traje de Batman, en que capítulo se supo al fin que el mismo Tuxedo Mask era el Caballero de la Luna que ayudaba a las Sailors Scouts, que la Mujer Maravilla se llama Diana, y es la Princesa de las Amazonas. Es imprescindible saber todo eso y más, para que se habría creado esa sala, por qué era tan importante para los jóvenes el Cómic.


Mientras investigaba, Alexandra se hizo fanática: “Yo no sé cómo tienen tanta imaginación… cómo crean personajes tan reales y tan de fantasía”, se queda pensando la bibliotecaria y parece una niña que se ha quedado encantada. Explica que los Mangas (cómics japoneses) que más le gustan son Naruto, y que también ve el anime (dibujos animados japoneses) por televisión. “Es muy bonito, ver como Naruto enfrenta las cosas... Él tiene un amigo con el que discute mucho porque son muy diferentes, pero todo lo solucionan, porque se quieren” y Alice, Escuela de Magia “porque transmite las inquietudes de la adolescencia”. Dice que con Asterix, el galo, (que es la historieta francesa más popular del mundo), conoció al emperador Julio César y viajó por toda Europa; que también sigue a El Capitán América y Spiderman, clásicos de Marvel Cómics, en su lucha, pero confiesa, muy risueña, que Spiderman no es una de sus historietas favoritas. “No me gustan las arañas, pero el hombre araña sí… él me encanta.” “El cómic tiene muchos géneros y uno encuentra de todo y aprende con todo”. Alexandra también dice que si de historietas se trata, no se puede dejar de hablar de Mafalda (fanática de los Beatles y muy sabia) del inolvidable Quino; de Drácula (historieta basada en la novela homónima del irlandés Bram Stoker de 1987 y que también dio origen al personaje de Abraham van Helsing), que le asusta pero le gusta.


En su época de colegiala, Alexandra iba todas las tardes a un puesto de revistas en la calle Pedro Moncayo, propiedad de un viejito al que todos llamaban “Panchito”. Ella rentaba una revista y se sentaba en un banquito en la vereda por horas. Leía , Hermelinda, linda, Kaliman, Él águila solitaria y tantas otras. Con ellas, le nació el gusto por la lectura. Parece que Alexandra ha regresado a su primer amor.


A propósito del quiosquito de revistas en Guayaquil, Alexandra quiso investigar el origen y la historia del Cómic en el Ecuador. Y ella cuenta que, los archivos indican que desde las primeras ediciones de El Patriota, Patria Libre y El Telégrafo se publicaron caricaturas. Ella tiene grabadas en su memoria las historietas de Juan Murillo Miró, fundador del diario El Telégrafo, en las que se pronunciaba en contra del Gobierno de Plácido Caamaño; el mismo que luego ordenaría su encarcelación y que persiguió a todos los sucesores de Murillo, hasta que logró que el Diario dejara de circular después de imprimir su edición número 607.


Y entonces recordó. El Cómic son sueños y memoria. Ahora Alexandra, la bibliotecaria enamorada de Spiderman no quiere que la cambien de sala, nunca.Su trabajo la llena de dicha todos los días al lado de niños, jóvenes y adultos siempre curiosos y atentos. Ella es una mujer fantástica, que parece sacada de una historieta inolvidable. Me recuerda a Bárbara Gordon, mi Batichica más querida, que una noche se disfrazó de Batman, y que era bibliotecaria por las mañanas; y que luego de que el Joker la hirió, no renunció, y se convirtió en El Oráculo.


Yvonne Craig interpretaba a Bárbara Gordon en Batman, la serie de televisión transmitida en los años sesenta. Bárbara trabajaba de día en la Biblioteca de Ciudad Gótica y por la noche luchaba contra los villanos sobre sus tejados.


Yuliana Castelo R.
Santiago de Guayaquil, mayo 2010.



Luciérnagas


A propósito de días de campaña en nuestra Universidad. (II)

"Los adultos (piensen lo que puedan pensar y crean en lo que crean) no deberían imponer su visión del mundo en los niños". (Entrevista a Hayao Miyazaki en The New Yorker)


Cuando era una niña
creía que solo los ángeles podían tocar las palabras.
Papás estaban preocupados porque yo no quería ir a la escuela de monjas nunca más.
Papás estaban preocupados porque yo solo leía y leía
y les preguntaba se como hacía para poder escuchar a las palabras
como se
hacía para que se quedaran con nosotros un momentito.
Papás están preocupados porque tengo 21 años y todavía digo que mi corazón le pertenece a un libro que ya no tengo.
Que no sé donde está.
Papás están preocupados porque creen que no sé distinguir el bien del mal.
Porque no entiendo que le mientas a los niños,
que te robes las palabras, que las golpees indefensas para que tu puedas ganar.
Es mentira que amas la tierra, los musicos, los peces.
Es mentira que ames a la maestra, que te importen las luciérnagas.
Papá me dijo que eras tu quien quería derrumbar la escuela
y construir nada
y revolcarte del placer cuando nos veas.
Mamá me dijo que tu la engaste antes tomándole fotos a su pelo, a sus zapatos.
Cuando yo era pequeña también creí que ibas a salvarnos,
que cuando un pajarito muriera de tristeza,
no iba a venir un buitre a llevárselo.
Yo creía que solo los santos podían tocar las palabras.
los ángeles malditos y tristes que no quieren que nadie mas se derrumbe
A mis hermanitos les llama la atención tus discos y tus marionetas
Yo quiero dormir tranquila, pero ahí vienes tu con tus poemas
con la chica y las camisetas
Papá y yo nos ponemos a pintar
Tenemos que salvar nuestra casa de alguna manera.



Foto de Guido BY

Dos días en la vida


A propósito de días de c
ampaña en nuestra Universidad. (I)

Dedicado a todos los chicos de la foto, especialmente a The Cat in the hat

En estos dias tristes sin abuelos, ni maestros
de hogares que se volvieron cortes
de gente disfrazada que reparte uniformes
para aduenarse de la tele, para que se peleen los ninos
Me alegra estar cantando contigo,
ir de la mano contigo.
No les perteneces. No les pertenecemos.
Me alegro que cantemos este poema, este cuento
que es nuestro rezo.
No les pertenezco. No les pertenecemos.


Siempre quiero cantar con ellos, bailar con ellos aunque sea Dos días en la vida como dice la canción de Fito Páez.